“Los aromas siempre han tenido relación con la divinidad, y se utilizaron en las grandes ceremonias. Los Reyes Magos le ofrecieron a Jesús además de Oro, Incienso y Mirra. Se puede interpretar que el Oro se le ofrendó en su calidad de Rey, el Incienso honró su investidura de Dios y, la Mirra le fue otorgada para recordarle la amargura de su calidad de humano vulnerable y mortal. El Incienso calma el estrés físico y despierta la conciencia del alma, Mientras que el aroma de la Mirra, calma los miedos y resuelve la ansiedad sobre el futuro.”
Pasaje del Libro El Humo Sagrado, manuscrito sobre inciensos y muchas curiosidades Le encontraréis en la pestaña de Cursos y Libro
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